Meditaciones en las ruinas de Artashát.

El rey armenio Artashés I como adalid

(Este artículo fue escrito por encargo en el 1985. En el 2001 lo he traducido del ruso al castellano. Aunque el artículo no se relaciona con el tema de esta página web, he decidido publicarlo sólo porque revela y corrige algunas confusiones del texto de la “Historia de Armenia” de Moisés Jorenatsí que son importantes para el establecimiento de la verdad acerca de algunos datos referidos a la historia de Armenia)

Errando por las excavaciones de una de las antiguas metrópolis de Armenia llamada Artashát, pasando de la colina a la colina que cubrieron las manzanas de esta ciudad, es extraño reconocer que eso es todo lo que ha quedado de la afamada “Cartagena armenia”, proyectada por el gran adalid cartaginés Aníbal y construida por el rey armenio Artashés I.

Más de 2000 años nos apartan del tiempo de la fundación de esta, por la expresión de

P l u t a r c o, “gran y hermosa ciudad”(1) , situada al pié del Ararát bicéfalo, en el cabo pintoresco, surgido de la confluencia de los ríos Aráx (Araxes) y Metzamór. Pero las olas fluviales ya no se rompen en los muros de la fortaleza de la ciudad, los que hace mucho que han sido arrasados; se ha secado también el lecho antiguo del río Metzamór. Ahora es un riachuelo que desemboca en Aráx en unas decenas de kilómetros más al oeste que antes. La vida ha abandonado para siempre esa ciudad, que en el siglo segundo antes de Cristo se hizo una nueva capital de Gran Armenia.

En la memoria del pueblo armenio hasta el día de hoy se conservaron cánticos, algunos fragmentos del cantar de gesta y las narraciones, creados hace más que 2000 años y dedicados a Artashés I, el fundador de esta ciudad, con quién se puso en marcha una nueva dinastía real en Armenia.

Dejando ahora al lado la actividad ilustradora y cultural de Artashés I, trazaremos sólo su aspecto de adalid, en particular, las reestructuraciones militares, hechas por él, merced a las cuales logró fundamentar un estado que se quedó indómito durante 200 años y se convirtió en una de las potencias desarrolladas del mundo helenístico.

“ Los adalides cobran fama por dos diferentes caminos, - escribe N. M a q u i a – velo, filósofo y político de la época del renacimiento. – Unos, disponiendo de tropas de antaño bien adiestradas y completamente ordenadas, realizaban con la ayuda de ellas hechos grandes. Así eran, principalmente los adalides romanos y otros que mandaban las tropas en los cuales hacía falta sólo mantener el orden y administrarlas razonablemente. Por el otro camino seguían aquéllos, que tenían por delante no solamente vencer al enemigo, sino mucho tiempo antes de su encuentro con él, crear y organizar sus fuerzas de nuevo. Éstos, sin duda, merecen más elogios que aquéllos, que realizaban brillantes hazañas, dirigiendo los ejércitos viejos y experimentados. Así eran Pelopidas y Epaminondas, Tulo Hostilio, Filipo de Macedonia, el padre de Alejandro; Jerjes, el rey de los persas; el romano Sempronio Graccho”.(2)

A los últimos podríamos agregar también al rey armenio Artashés I, que sometió al ejercito armenio a la reorganización radical y realizó una multitud de campañas que extendieron el territorio de Armenia casi hasta sus fronteras naturales, es decir hasta los límites de la Meseta Armenia.

Artashés I entró en la arena histórica al principio como uno de los adalides del rey de los seléucidas Antíoco III, llamado magno por sus múltiples victorias en la Asia Menor e Irán. En el valle del río Ajurián en el año 201 antes de Cristo las tropas de Antíoco III (con toda probabilidad, encabezadas por Artashés y, es posible también, por su conmilitón Zaréj), derrotaron el múltiple ejército del rey armenio Yervánd IV, el último representante de la dinastía de los Yervandidas en Armenia, y lo forzaron a huir hacia la capital Yervandashát, construida por él. Persiguiendolo toda la noche, Artashés, finalmente, lo sitia en su propia ciudad. Juzgando por algunas expresiones de M o v s é s J o r e n a t s í, el padre de la historiografía armenia, Yervánd no fue amado por su pueblo y por eso “cuando se entabló el asunto con la fortaleza, la gente que estaba en ella, se rindió y abrió las puertas”.(3)

En la batalla el rey armenio Yervánd sucumbió, y con su muerte se interrumpió la dinastía de los Yervanditas. Antíoco III dividió Armenia en dos satrapías. Como gobernador de una de ellas, a saber, de la tierra de Ararát, fue nombrado Artashés, y de la otra – Sofena - Zaréj. Pero el poder de los seléucidas no duró mucho en Armenia: el estado dependiente no satisfacía a Artashés y Zaréj, así que no tardaron en aprovecharse de la ocasión que se presentó para establecer la independencia del país. Tenemos el testimonio de E s t r a b ó n, gran geógrafo de la antigüedad, que cuenta, como en el año 190 antes de Cristo aprovechándose de la derrota de Antíoco III en la batalla de Magnesia con los romanos que ya acumulaban potencia, Artashés y Zaréj se pasaron a los romanos y con su ayuda en el año 189 antes de Cristo se declararon reyes a sí mismos.

Zarej o Zariadris, rey de Sofena

“Cuentan, - escribe E s t r a b ó n, - que Armenia al principio no era grande y se acrecentó en los tiempos de Artaxias y Zariadris (4) , quienes de los simples adalides de Antíoco magno después de su derrota se hicieron reyes...subiendo al trono.... uno en Sofena, Aquilisena, Odomantis y en algunas otras prefecturas, y el otro – en las tierras alrededor de Ararát”(5).

Hallados mojones con las inscripciones arameas de Artashés I, donde él se denomina como “el monarca Artashés, hijo de Zarej, Yervandián, el Bueno”,

Un mojón con lasinscripciones arameasde Artashés I.

hacen suponer que él estuvo emparentado con la derrocada por él familia real de los Yervandianos. Acentuando su pertenencia a esta familia, Artashés I parece que quiere probar la legalidad de su gobernación.

“Haciéndose el rey de Armenia, observa el eminente historiador armenio L e o, Artashés I con singular energía y gran éxito comenzó a realizar la demanda de la situación geográfica de su país, a saber: la concentración del estado dentro de sus

límites naturales de la Meseta Armenia”.

Por eso era preciso sobre todo construir un vigoroso baluarte militar del estado, es decir, una nueva ciudad metropolitana bien fortificada, y fue lo que Artashés I hizo con la ayuda del famoso adalid cartaginés Aníbal. Así describe este asunto P l u t a r c o , el antiguo escritor e historiador griego:

“Cuentan que cuando Antíoco había sufrido una derrota en la batalla con los romanos, el cartaginés Aníbal llegó a Armenia y se hizo consejero e instructor en diversos asuntos útiles bajo Artashés. Además, al notar en el país un terreno no utilizado, pero muy agradable, trazó y dibujó en aquel lugar el plan de una ciudad y convenció a Artashés para que la fundara allí. El rey aprobó este plan con sumo placer y pidió a Aníbal que asumiera la administración de la construcción. De este modo hubo construida una ciudad grande y muy hermosa que fue llamada por el nombre del rey y declarada como la capital de Armenia”(6).

Aníbal

Artashés I

Es interesante el hecho mismo que Aníbal en el año 202 antes de Cristo, forzado a huir de Cartagena después de su derrota en la batalla con los romanos cerca de Zama, al principio busca refugio en el estado del más poderoso enemigo de Roma - Antíoco III y, después de la muerte de éste, en Armenia. Esto atestigua elocuentemente que para Aníbal el soberano más poderoso después de Antíoco era Artashés, que podría no temer a los romanos a pesar de no ser su aliado. También merece la atención el lugar elegido por dos adalides para la nueva capital de Armenia. Además de tener favorables condiciones naturales, la ciudad se situaba en el empalme de los caminos comerciales que iban del Este al Oeste y militares, porque por ellos se realizaba también el movimiento de tropas. La última circunstancia atribuía a la ciudad gran importancia militar estratégica. Se conservó un mapa itinerario militar del Bajo Imperio (Bizantino) que lleva el nombre de Tabula Peutingeriana (7), donde Artashát se presenta como un nudo donde se encuentran las rutas principales del mundo antiguo, una de las cuales lleva hacía la ciudad Satalien (o Adalia) de Asia Menor y más allá de ella; la otra al Tigranaquért, la tercera hacia Sebastoplo en Cólquide y hacia las otras ciudades del Mar Póntico, la cuarta hacia el Sur, a Persia, y la quinta, norteña, hacia Iberia. Artashát se conectaba también con Ecbatana de Media y Ganja de Atropatene.

A la luz de las excavaciones que se realizaron a fines del siglo pasado, se aclararon muchos rasgos característicos de esta ciudad. Para darnos una idea de sus defensas militares y seguir el curso (hilo) de los pensamientos de dos adalides, aleguemos la siguiente descripción de la ciudad, hecha en el libro “Artashát” por B.N. A r a q u e l i á n, académico-secretario, miembro correspondiente de la Academia de Ciencias de Armenia, dirigente de la expedición arqueológica que estudiaba Artashat.

“Artashát,- escribe B.N. A r a q u e l i á n, - fue construido tomando bien en cuenta el relieve del terreno y según las demandas del arte de fortificación militar de los tiempos antiguos... Se extendía en las colinas de Jor Viráp y en la llanura, es decir, sobre el triángulo entre las colinas y dos ríos. Cada colina tenía sus muros, los cuales, sin embargo, no eran fortificaciones aisladas, sino que se unían una con la otra. Para eso en las ensilladas entre las colinas habían levantado dobles líneas paralelas de los muros, que formaban pasos estrechos, defendidos con las torres vigorosas. De este modo los muros de todas las colinas, uniéndose, constituían un sistema defensivo único, potente y bastante vasto...Con todo esto el sistema hábilmente adaptado al relieve del terreno, no siempre forma una línea recta; desviándose afuera o adentro, crea pisos (huecos) y salientes, esquinas semejantes a las torres o contrafuertes, que permitían a los defensores de la ciudad asestar golpes al enemigo que se acercaba a los muros, así por el flanco como de frente. En los cantones de las colinas, ensilladas entre ellas y en todos los lugares oportunos para el ataque del enemigo, fueron elevadas torres potentes que en su plano formaban tres cuartos de círculo.

Construido entre los ríos Aráx y Metzamór, junto a su confluencia, Artashát fue defendida también por los potentes cursos de agua. El puente Taperacán, echado por el río Aráx, se encontraba delante de la ciudad y, probablemente, a él daban una de las principales puertas de la ciudad. Por ese puente la ruta principal iba a sudoeste, después, bifurcándose cerca del puente de Metzamór, se dirigía a sudoeste y noroeste. Estas eran las rutas de caravana que tenían gran importancia estratégica militar”.(8)

La ciudad de Artashát, según atestigua M o v s é s J o r e n a t s i, fue construida “rápidamente y sin esfuerzo especial” ya que “Yerasj (9) ayudaba con la madera” . La fecha aceptada de la construcción de la ciudad es el año 185 antes de Cristo. Fue calculada en virtud de los otros datos conocidos (10) .

Abasteciéndose de la ciudad metropolitana bien fortificada, es decir del potente baluarte militar, Artashés se propuso extender el territorio de su país. Sus primeras campañas las realizó al este y al norte. La campaña oriental se refería al país de los caspos. Según M o v s é s J o r e n a t s í, Artashés, “devastando la tierra de los caspos, trajo a Armenia a los cautivos junto con el rey de ellos Zardmanos”.

Sobre la campaña norteña de Artashés I escribe el historiador georgiano L e o n t i o M r o v e l i (11). Según él, respondiendo a la invasión de los cartlos (12) y los osos (13) a Armenia, “el rey armenio Artashán (14) llegó con todo su ejército... y se sentó en Mtzjeta, la capital del país. Cinco meses combatieron, y todos los días tenían lugar choques de los valientes. Pero al fin y al cabo los cartlos y los osos se vieron obligados a pedir la paz sin buscar la sangre y la venganza. El rey armenio aceptó su petición, y se concertó la paz... Después de esto, e de haber hecho cautivos a los cartlos y osos, él se fue”.

La gran cantidad de los cautivos aumentó el número del ejército armenio, que ya desde antes desde el punto de vista del ex adalid de seléucidas, tenía necesidad de la regulación. En este aspecto interesantes datos alega M o v s é s J o r e n a t s í, aunque el padre de la historiografía armenia atribuyó equívocamente las actividades de Artashés I a las de los tres otros reyes armenios – al Vagarshák, Artashes II y Trdat I. Sin duda, el comunicado de Mousés Jorenací en el capitulo XII del segundo libro de su “Historia de Armenia” es una resonancia de dichas campañas de nadie más que de Artashés I y,en realidad, se refiere a él. Aquí se dice:

“...Habiendo amontonado el ejército en el este y el en norte en tan gran cantidad, que incluso él mismo no sabía su numero, (Artashés I) ordenó que dondequiera que pasara este ejército o tuviera su campamento, cada uno de los militares, sin excepción de nadie y en todos estos lugares, dejase una piedra en un montón en prueba del gran numero de su ejército”.

El mismo hecho M o v s é s J o r e n a t s í menciona en los capítulos IV y V del segundo libro de su “Historia...”, refiriéndoselo equívocamente al rey Vagarshák.

“Ya que su ejército”, escribe él, “no sabía ninguna regla.....en la orilla de Metzamór, donde el gran río, tomando su origen del lago norteño y bajando, confluye con el gran pantano ( lugar cerca de Artashát !)... (él) arregla el ejército..... del país”.

En los capítulos VII y VIII, hablando del rey Vagarshák, M o v s é s J o r e n a t s í, prácticamente, atribuye a él todo lo que hizo Artashés I. Por ejemplo, acerca de la regulación del ejército en el capitulo VII escribe: “Vagarshák ( que fue en realidad Artashés I ) para la custodia del palacio forma cuatro regimientos, constituidos por varones armados de la generación de los antiguos reyes de los Hayquidas” (15), y en el capítulo VIII del mismo segundo libro agrega: “divide el ejército en las categorías – primera, segunda, tercera y etcétera”. Por último en el capitulo LIII del mismo libro menciona el mismo hecho, aunque en esta vez lo relaciona con el siglo segundo después de Cristo:

“Artashés”, escribe, confundiéndolo con el otro rey del mismo nombre, “divide el mando del ejército en cuatro partes: el mando de las tropas orientales lo pone a disposición de Artavázd; el de las tropas occidentales a disposición de Tigrán; las tropas sureñas confía a Smbát (Bagratuní) y las norteñas a Zaréj”. Todos, excepto Smbát, son hijos de Artashés I.

Esta última información tiene cierta semejanza con el relato de E s t r a b ó n sobre las conquistas de Artashés y Zaréj en las cuatro direcciones.

“Ellos, - escribe E s t r a b ó n, - (hablando de Artashés y Zaréj) al no contentarse con lo que habían tenido,... extendieron su dominio por cuenta de los pueblos limítrofes. De Media quitaron Caspiane, Faunitida y Basoropeda...” ( dicha campaña oriental)

Académico de la Academia de ciencias de Armenia, historiador y cartógrafo S.T. Y e r e m i a n (16) que trazó el mapa de la Gran Armenia del año 189 antes de Cristo hasta el año 428 después de Cristo, nota que la región de Caspiane es bien conocida (17) ; la de Basoropeda él identifica con la de Parspatuník (18) , pero el lugar de la de Faunitida no pudo revelar.

“...de los íberos (19) ( dicha campaña norteña ), - continua E s t r a b ó n, - (ellos quitaron) el costado del monte Pariadra, Jodzene, también Gogarene que está situada en el otro lado de Quir...”

Según las investigaciones del académico Y e r e m i a n el monte Pariadra es el Parjar, Jodzene comprende las regiones Klardzh y Artahan, y Gogarene es Gugark. Todas estas, siendo armenias, a lo largo del tercer siglo antes de Cristo formaban parte del estado de los Yervandidas.

Respecto a la campaña occidental de Artashés I, E s t r a b ó n escribe lo siguiente:

“...de los jalibos y masinoicos (ellos quitaron) Karenitis y Derxene que se encuentran cerca de los límites de Armenia Menor y hasta ahora forman parte de ella; de los cataonos Aquilisene y su región limítrofe de Antitauro...”

Las primeras dos de las regiones, por la opinión de Yeremian, habían sido agregadas a Gran Armenia, pero Aquilisene y la de Antitauro – a Sofena. Se considera que la anexión de estas tierras tuvo lugar en el año 179 antes de Cristo, cuando hubo concertado la paz entre Ponto y Pérgamo que eran los estados beligerantes de Asia Menor. Siendo el adversario de los seléucidas que defendían Ponto, Artashes I apoyaba a Pergam. Acerca de su papel en esta guerra se sabe sólo por la siguiente breve comunicación del antiguo historiador griego P o l i b i o (20) que era contemporáneo de estos hechos:

“...de los príncipes de Asia, - escribe P o l i b i o,- en la concertación de la paz han participado Artashes, que gobernaba la mayor parte de Armenia, y Acuceloj...” (21)

“... luego, - continúa E s t r a b ó n refiriéndose a la campaña sureña de Artashés I,- de los siríacos (ellos quitaron) Tamonitis”.

La última región se identifica por el académico Yeremian con la de Tmorik que formaba parte del Estado de los seléucidas.

A e sta campaña sureña de Artashes I mencionan también los historiadores antiguos

D i o d o r o d e S i c i l i a (22) , A p i a n o (23) , P o r f i r i o (según las palabras del padre de la Iglesia S a n J e r ó n i m o) (24) y asimismo M o v s é s J o r e n a t s í. Aprovechándose de la ausencia de Antíoco IV, el rey de los seléucidas, que estaba ocupado con la guerra en Egipto, Artashés I en el año 168 antes de Cristo invade Tmorik. Antióco IV Epifanes en el año 165 antes de Cristo, atravesando con sus tropas el río Eufrates, combate a Artashés I en las orillas del río Tigris. Artashés I pierde la batalla, pero en fecha breve muere Antíoco IV y Artashes I, conforme al testimonio de San Jerónimo, logra conservar sus conquistas.

“Se sabe, - escribe S a n J e r ó n i m o, - que Antíoco, de verdad, había luchado contra Artaxias, pero también se sabe que el último conservó sus posesiones”.

Habiendo enumerado las conquistas de Artashés y Zaréj, E s t r a b ó n del modo siguiente concluye este episodio:

“...así que ahora todos los habitantes de este país hablan en un idioma”.

Armenia antes y despues de las conquistas de Artashés I y Zarej (siglo II antes de Cristo). (Indicaciones de color, que refieren las conquistas de Artashes I y Zarej, son hechas por la autora del artículo en la base de la mapa de Armenia de los siglos II-I antes de Cristo, trazada por S.T.Yeremian.)

El doctor de las ciencias históricas, autor de una serie de monografías sobre Armenia helénica G.J. S a r q u i s i á n (25) considera muy importante esa última declaración de Estrabón. “De aqui surge” , escribe G.J. S a r q u i s i á n, “que los hechos, descritos por Estrabón, sería más correcto denominar no como conquista de las tierras, sino como reunificación, porque esos hechos formalizaron políticamente la ya existente comunidad étnica de los habitantes de estas regiones, la cual no se conquista, sino se crea durante largos procesos de etnogénesis. Por ejemplo, podemos decir que 200 años de la existencia del Estado de los seléucidas no llevaron a sus habitantes a un idioma único, mientras que entre la época de Artashés y la de Estrabón pasó menos tiempo”.

Y bien, como resultado de las conquistas de Artashés I, los confines de Gran Armenia aumentaron en cuatro direcciones. Se quedó sólo la anexión de Sofena a Gran Armenia, el objetivo más importante de Artashés I. Parecía que para esto se presentaba una buena ocasión: el trono de Sofena estaba vacío, porque Antíoco IV, después de derrotar a Artashés en el año 165, se había dirigido hacía Sofena y apoderado de su capital Arcatiaquert, a la que renombró en Epifania. Los dos hijos del rey de Sofena, perecido en el combate, habían escapado: el mayor, Meruyan, a Capadocia y el menor, a Gran Armenia. Aprovechándose de tal situación, Artashés I decide realizar su objetivo principal, es decir, fundar el estado armenio únido. Sabiendo que sólo el mayor de los hermanos, Meruyan, que había encontrado refugio bajo el rey de Capadocia Ariarat V, puede ser pretendiente del trono vacío de Sofena, y no deseando empezar un conflicto armado, Artashés I , según la comunicación de D i o d o r o d e S i c i l i a, en el año 163 antes de Cristo propone a Ariarat V quitar del medio a los dos pretendientes y dividir el país entre Capadocia y Gran Armenia. Eso sería la solución parcial del asunto. Sin embargo, como escribe el mismo D i o d o r o d e S i c i l i a, avergonzado por el rey de Capadocia, Artashés I desiste de su idea y Sofena se queda como estado armenio independiente.

La última mención sobre Artashés I que data del año 161 antes de Cristo, la encontramos nuevamente en la obra de D i o d o r o d e S i c i l i a. En dicho año Artashés I concierta una alianza con el sátrapa seléucido de Babilonia y Media Timarjes (Temarcis -?) que se había declarado el rey de Media, y le ayuda a extender sus posesiones hasta Zeugma (?), debilitando así el Estado de los seléucidas, a su más serio enemigo . Es posible que Artashés I muriera precisamente durante su campaña hacia Media. Esa conclusión se puede sacar de las palabras de M o v s é s J o r e n a t s í. En el capítulo LX del libro segundo de su “Historia...” él escribe que un tal Arístono de Pela que nos dejó la descripción de las exequias de Artashés I, probablemente, poco antes de su muerte lo había encontrado en Media, en un lugar llamado Sojunt.

“ Mucha gente murió al morir Artashés ,- cuenta M o v s é s J o r e n a t s í , refiriéndose a las palabras de Arístono de Pela,- sus esposas amadas, concubinas y siervos fieles. Los funerales fueron magníficos no según la costumbre de los bárbaros, sino de los pueblos civilizados. El féretro era de oro; el trono y el lecho de visón; tenía vestido tejido con oro; la cabeza fue cubierta con la corona; había una espada de oro delante de él; junto al trono estaban sus hijos y muchos parientes; tras ellos se encontraban los militares y las cabezas de linaje de casas, y una muchedumbre de los najararos (26) , y regimientos de los guerreros armados, como preparados para ir al combate; delante del féretro sonaban las trompetas de cobre, detrás iban vírgenes sollozando, vestidas de luto, plañideras y por último gentío de los villanos ”.. .”Así llevaron y sepultaron a Artashés”, escribe M ov s é s J o r e n a t s í , “ y junto a su sepulcro tuvieron lugar muchas muertes voluntarias”.

Un gran dolor nacional manifestó el amor del pueblo armenio hacía Artashés I que se convirtió luego en canciones y historias populares sobre él. La razón de tal amor, sin duda, estaba en la creación de un estado fuerte y sólido que aseguró una vida de paz para sus habitantes y el desarrollo cultural.

Volviéndose a M a q u i a v e l o, notemos que el gran político y filósofo consideraba que: “la firmeza del soldado se asegura por el amor a la patria, por la afición al jefe y por la confianza en él. Y la confianza se crea tanto por los buenas armas y el orden de la batalla ( o por la formación bélica), como por las victorias alcanzadas y el alto concepto sobre el adalid”.

Conocemos las victorias de Artashés I y el amor del pueblo hacia él, pero casi nada sabemos sobre el arma que usaba su ejército y de su orden de batalla. Es probable, que igual, que bajo los Yervandidas, el ejército de Artashés I haya constado de la caballería e infantería, tanto ligeras, como pesadas, cuyas armas principales eran arcos, lanzas, espadas. Los guerreros y caballos se defendían por las armaduras, escudos, yelmos y corazas. Podrían usarse también los elefantes de combate. Además podemos suponer que siendo antes un adalid de seléucidas, Artashés I haya empleado la técnica macedónica del combate y el orden de batalla también macedónico, es decir las filas bien cerradas de la caballería y de la infantería. Además, porque el estado constituido por Artashés I, iba por la vía helenística de desarrollo y fue uno de los estados civilizados de Asia Anterior, su ejército, ciertamente, había sido equipado con la nueva técnica de la época helenística, es decir con las balístas, onagros, venablos, hondas.

A juzgar por los hallazgos en Artashát antiguo, contra la caballería, por ejemplo, se utilizaban espinas de tres o cuatro puntos agudos, las cuales, desparramadas por la tierra, obstaculizaban el avance de la caballería.

Se sabe también, que en el mundo antiguo se daban gran importancia a la música militar. Depende de las acciones próximas, la música y los instrumentos musicales cambiaban, ora haciendo lanzarse furiosamente las tropas al combate, ora marchar a paso regular. A cada acción del ejército correspondía un determinado modo musical: por ejemplo, si el modo dórico inspiraba calma y firmeza, el frigio, al revés, enfurecía a los soldados.

Hasta en las campañas de Alejandro Magno las acciones militares iban acompañadas de los sonidos de flauta, cítara y otros semejantes instrumentos. Alejandro Magno y después de él los romanos pusieron en el uso los cuernos y las trompetas considerando, que estos instrumentos enardecen los corazones de los guerreros, haciéndolos batirse con doble fuerza.

Es interesante el comunicado de M o v s é s J o r e n a t s í, que en el ejército de Artashés también se usaban trompetas de cobre para llamar a los guerreros al combate.

“Entonces, - escribe él acerca de una batalla del ejercito de Artashés, - Smbát Bagratuní (27) ordenó tocar la corneta de cobre y al adelantar su destacamento, cayó como águila sobre la bandada de las perdices...”

Como vimos más arriba, según M o v s é s J o r e n a t s í, las trompetas sonaban también durante las ceremonias de luto. Pero evidentemente en aquel tiempo no sólo usaban trompetas, sino también flautas. Eso podemos confirmar gracias a la flauta, hallada en las excavaciones en Garní que pertenece aproximadamente al mismo período. Conforme a las tradiciones del mundo antiguo al son de este instrumento las tropas marchaban, como ya hemos dicho, a paso regular.

Así, de los hechos escasos, por los granos, apenas se restablece el aspecto militar de Artashes I, fundador de una época gloriosa en la historia del pueblo armenio, de la cual, sin embargo, se ha quedado nada más que la memoria y un testigo silencioso a quien se presentan las ruinas de Artashát, sobre la cual parece que hubiera pasado un huracán de fuerza demoledora que la ha allanado para siempre.

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Conclusión breve : los hechos, citados de los capítulos 4, 5, 7, 8, 12, 53 del II libro de la “Historia armenia” de Movsés Jorenatsí y relacionados por el autor a los de los reyes Vagarshak, Artashes II y Trdat I, en realidad se refieren a Artashés I y por lo tanto deben considerarse como hechos de Artashés I.

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1. Plutarco (años 50-120 antes de Cristo).”Vida de los hombres ilustres de Grecia y de Roma”.

2. N. Maquiavelo. “De arte militar”.

3. Movsés Jorenatsí (de Jorén). ( siglo V) .Historia de Armenia.

4. Denominación griega de los nombres de Artashés y Zaréj.

5. Estrabón. (añ. 64(63) antes de Cristo – 23(24) después de Cristo). Geografía .Libros XI- XIV. 6. m. p. 1.

7. Pertenecía al arqueólogo alemán Peutinger Conrado (1465-1547). Mira también H. Manandián. “Rutas antiguas

de Armenia”.(en armenio)

8. Araquelián B.N. Resultados principales de las excavaciones de Artashát antiguo en los años 1970-1973. Fasc. Del año 1974, ? 4 ; Araquelián B.N. Artashát –I. Excavaciones arqueológicas en Armenia.

9. Es lo mismo que Aráx, Araxes, Aráz.

10. Detalladamente este cálculo se encuentra en la obra de G.J.Sarquisián “Armenia de la época helénica y Movsés

Jorenatsí”. ( en armenio).

11. Leontio Mroveli (el siglo IX). La vida de los reyes de los cartlos (de los georgianos).

12. Es decir georgianos.

13. Es decir osetes.

14. Así es la resonancia georgiana del nombre Artashés.

15. Primera (la más antigua) dinastía de los reyes armenios que supuestamente tuvo su origen en el III milenio antes

de Cristo.

16.Yeremián S.T. “De la esclavitud y de la posesión de esclavos en Armenia antigüa”.

17. Hircania.

18. Basora.

19. Se sobreentienden iberos caucásicos.

20. Polibio. Historias.

21. Supuestamente, el hijo de Zarej.

22. Diodoro de Sicilia. “Biblioteca historica”.

23. Apiano. Historia romana, guerras civiles.

24. San Jerónimo. Patrología latina.

25. Sarquisián G.J. Armenia de la época helenística y M.Jorenací.; Sarquisián G.J. Las fechas históricas de la “Historia de Armenia” de M. Jorenací.

26. Señores feudales.

27. Uno de los caudillos del ejercito de Artashés.

Literatura usada.

I. Autores antigüos (Fuentes)

1. Jenofonte. Ciropedia.( algo de la época de los Ervandidas).

2. Polibio. Historias.

3. Estrabón. Geografía. Libros XI-XIV.

4. Apiano. Historia romana.

5. Diodoro de Sicilia. Biblioteca histórica.

6. Plutarco. Vidas paralelas.

7. Patrologie cursus completus. Tomus XXV, S.Hieronymi, tomus V, Parisiis, 1845.

8. M.Jorenatsí. Historia de Armenia. (siglo V)

9. Mroveli L. La vida de los reyes de los cartlos. (siglo IX)

10.Maquiavelo N. Del arte militar.

I. Autores del siglos XIX y XX (Monografías. Investigaciones.)

( en ruso )

1. Trever K.V. Ensayos sobre la historia de la cultura de Armenia antigua (del iglo II a.de J.C. a siglo IV d. De J.C.).

2. Los Arzanov. Galería de los reyes memorables de Armenia (1827).

3. Araquelián B.N. Resultados principales de las excavaciones de Artashát antiguo en los años 1970-1973. Fasc. Del año 1974, ? 4

4. Araquelián B.N. Artashát –I. Excavaciones arqueológicas en Armenia.

5. Elchibequián J.G. Armenia y los seléucidas (ss. IV-I a.d.J.C.).

6. Shajnazarián. Artashát. Labores del Museo estatal histórico de Armenia. 1952, t. IV.

7.Yesaián S.T. Armas y arte militar de Armenia antigua (III-I milenios

a.d.J.C.). Yerevan, 1966.

8. Yeremián S.T. De la esclavitud y de la posesión de esclavos en Armenia antigüa.

9. Mapas históricas preparadas por Yeremián S.T.

10. Bíkkerman. Cronología del mundo antiguo. Medio Oriente y Antigüedad.

( en armenio )

11. Manandián H. Examen crítico de la historia del pueblo armenio. T. I.

12. Manandián H. Rutas antiguas de Armenia.

13. Tiracián G. Recién hallada inscripción en piedra araméa de Artashés I.- Boletín de la Academia de ciencias sociales RSS de Armenia. 1957, ? X.

14. Léo. Historia del pueblo armenio. T.I.

15. Historia del pueblo armenio de ocho tomos. Tt. I-II.

16. Abel(j)ián M. Mitos del pueblo armenio.

17. Sarquisián G.J. Armenia de la época helenística y M.Jorenací.

18. Sarquisián G.J. Las fechas históricas de la “Historia de Armenia” de M. Jorenací.

19.Jachatrián H. Artashés.

20. Tahmizián N. Páginas de la música armenia antigua. (y sus otros libros)

21. Crestomatía de la historia del pueblo armenio. – Universidad estatal de Armenia. 1981.

( en francés )

22. G. Le Rider. Monnaies grequises par le Cabinet de medailles en 1959.- Revue numismatique. 1659-1960, p.14-16.

Fue escrito en ruso en 1985, Erevan

 

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