Universalismo cristiano

de Aleksey Konstantinovich Tolstoy ,

el poeta ruso del signo XIX (1817-1875).

Meditaciones sobre su poesía de “arte puro”

I.

En lugar de preámbulo

Aleksey Konstantinovich Tolstoy fue uno de los más grandes poetas rusos 1 y uno de los más brillantes pensadores cristianos del siglo XIX . Su voz solitaria apareció en los tiempos de la confusión prerrevolucionaria del pueblo ruso, cuando la vida social del país representaba un perol (una caldera) donde hervían chocándose y salpicándose las acaloradas discusiones políticas y religiosas acerca del pasado y porvenir de Rusia, y por eso no fue escuchada, ni estimada del todo en su justo valor. Completamente apolítica, aspiraba aquel universalismo desinteresado que distingue al espíritu verdaderamente elevado, al cristiano en el pleno sentido de esa palabra, - aquel universalismo que va más allá de los problemas nacionales, abarcando sólo lo más esencial de la vida. Dedicó su poesía a la revelación de la Gloria Divina que se manifiesta a través de lo bello, de lo bueno y de lo verdadero. Pero apasionados con sus propios debates, los contemporáneos de A.K.Tolstoy interpretaron mal su negativa de incorporarse a la actividad política y no lograron ver toda la profundidad de su pensamiento creativo que se reveló en su poesía. Se consideró y sigue considerándose hasta hoy que los versos de A.K.Tolstóy, aunque bellos, refieren a las cosas y nociones irreales y por eso son poco significativos desde el punto de vista de la realidad. Su poesía justamente fue denominada la “de arte puro”, pero el sentido que pusieron en esta definición fue algo desdeñoso a causa de su contraposición a las ideas revolucionarias y, como tal, fue inundada por la crítica revolucionaria. Pero, a pesar de esto y gracias a su encanto, sobrevivió hasta hoy y sigue sobrecogiendo a la gente con el más refinado gusto.

Este encanto se debe al hecho que toda la poesía de A.K.Tolstoy como si despidiera el misterio de la vida. Todas sus ideas encajan íntegramente en la única fuente de donde vienen y por la que se determinan. Esa fuente es Dios. Y por eso se puede decir que el “arte puro” de A.K.Tolstoy plenamente refleja su concepción religiosa del mundo, marcada por una extrema nobleza y honestidad de su persona. Las siguientes palabras del Apóstol podrían servir de epígrafe tanto al concepto del arte puro como a toda su obra poética:

Así pues, si habéis resucitado con Cristo,

buscad las cosas de arriba, donde está Cristo

sentado a la diestra de Dios. Aspirad a las cosas

de arriba, no a las de la tierra. (Col 3 , 1-2)

Eran exactamente las cosas de arriba las que el poeta aspiraba, “ sirviendo” , como él dice,” a la patria arcana”, y así poniendo todo lo terrenal en el segundo plano.

Su poesía, aunque laica, es al mismo tiempo una especie de poesía profética, porque en ella el autor insistía en que el objetivo principal tanto de la vida del hombre como del arte es revelar la Gloria Divina , para comprender los cimientos de la vida los que a su vez determinan las leyes morales de la humanidad. En una ocasión el poeta mismo denominó su poesía “salmos”, marcando así su contenido principal.

Al apartarse de la lucha política y civil, A.K.Tolstoy se quedó aislado hasta de sus amigos, que formaban parte de las dos hostiles corrientes político-culturales de la vida rusa de aquel tiempo: de los occidentalistas y de los eslavófilos. Los primeros, contrarios al aislamiento ruso de los países occidentales, exigían seguir el ejemplo de éstos, porque los creían más avanzados y de mayor cultura. Sus adversarios, los eslavófilos, al contrario, a la vida occidental contraponían la “idea eslava”, a la cual atribuían una misión providencial y salvadora de los pueblos eslavos de la fe ortodoxa. A los ojos de A.K.Tolstoy, los representantes de las dos corrientes, en las cuales se encontraban sus amigos, tenían sus razones y sus exageraciones, y aunque en algunas ocasiones el poeta se mostraba más a favor de los occidentalistas, nunca pudo tolerar sus exageraciones y aceptarlos del todo. Se quedó voluntariamente ajeno a unos y a los otros. El motivo de su posición negativa él explicó en su verso “De dos campos no soy un soldado”.

De dos campos no soy un soldado,

Sólo soy un huésped casual,

Por la verdad levantaría mi espada,

mas mi suerte potencial

Está con ambos en debate;

ninguno pudo conseguir mi juramento

Entre nosotros no habrá acercamiento:

si siendo incorrupto, yo siguiera

alguna de las dos banderas,

los celos parciales de los amigos

yo no podría soportar,

y el honor de la bandera enemiga

defendería sin dudar.

Ya en este verso se manifiesta toda la honradez imparcial del poeta que antes de todo, hasta antes de la amistad y del compromiso, prefiere la justicia y la verdad que no puede convivir con todo lo apasionado y hostil. No quiere comprometerse con ninguno de las dos corrientes, porque cualquier exageración, cualquier injusticia de los suyos, le obligaría defender a la parte enemiga, ya que nada es tan detestable para su corazón como la injusticia.

No es difícil adivinar que en el fondo de esa preferencia de la justicia a todo tipo de lazos humanos, concientemente o no, está el primer mandamiento de Cristo:

"Amarás al Señor Dios tuyo con todo tu corazón,

con toda tu alma y con toda tu mente.

Este es el mayor y primer mandamiento."

Porque Dios es imparcial y significa justicia. Y la justicia se basa en el amor Divino. Y si, contrariamente, uno sacrifica esa imparcialidad por los que ama, es decir, por sus parientes, sus amigos, incluso por su pueblo, manifiesta así que lo suyo ama más que a Dios que es de todos, - lo que significa que es a sí mismo a quién ama más antes de Dios. Es a tales que había dicho el Señor:

“El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí;

el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí”. (Mt 10, 37)

Porque en este caso actúa como los gentiles:

 

“Y si no saludáis más que a vuestros hermanos ¿qué hacéis de particular?

¿No hacen eso mismo también los gentiles?” (Mt 5, 47)

Pues el amor de los gentiles – que no saben a Dios verdadero – es muy frágil y siendo propensa a las pasiones, en cualquier momento puede convertirse en odio, ya que en su fondo está el amor devorador a sí mismo.

Este mandamiento principal, como hemos dicho, se trata de la justicia suprema e imparcial y el poeta muestra que no es posible amar con un amor verdadero sin ser justo, y no se puede exigir justicia de los demás sin ser justo respecto a ellos y sin ponerse a su lugar. El hombre puede ser verdaderamente justo sólo cuando conoce a Dios y intenta imitarlo en su perfección, porque fue dicho por el Señor: “sed perfectos como es perfecto vuestro padre celestial.” (Mt 5, 48)

Entonces, A.K.Tolstoy considera que justos son los aquellos que en sus acciones parten de la perfección que no existe sin el amor, la paz y el acuerdo.

Pero los amigos, lejos de entender la suprema nobleza de su espíritu, consideraban esta posición de A.K.Tolstoy como una manifestación de cierta indiferencia y hasta desamor hacia su patria. Mientras tanto la raíz de las ideas de Tolstoy estaba en la otra realidad. Los valores que él apuntaba se justifican por las leyes eternas de la vida, establecidas por el Creador. En el verso, dedicado al eslavófilo Aksakov, el poeta se defiende de tales acusaciones, fijándose con un afecto infinito en todos los detalles de la vida rusa, pero marca también que sus apegos más sagrados van más allá de las aspiraciones nacionales y se centran en lo eterno, es decir, en la patria celestial, a la que él “sirve”.

Juzgándome asaz severamente

en mis estrofas sólo ves

solemnidad inmensamente

y una poca sencillez .

Es cierto. Tirada (1) tan de lo eterno

mi alma ve lo invisible y veraz ,

y yo al son a veces del trueno

creaba mi salterio quizás.

Pero tampoco la vida de aquí me es extraña;

Sirviendo a la patria arcana

en el ardor incluso inspirado

De lo cercano jamás he olvidado.

 

Oh, créeme, quiero tanto, como tu ,

La índole y las tradiciones

De nuestro pueblo natural

Comparto sus aspiraciones

Y amo todo el terrenal,

Los cuadros tan habituales

Los campos, las aldeas y los valles,

El susurro de los bosques agitados,

De la guadaña el tintineo en el prado,

el baile con el pateo y silbido

Bajo la bulla de los rústicos bebidos;

en la estepa los refugios nocturnos de carreros,

y la crecida de los ríos sin barrera,

chirrido de las telegas (2) trashumantes

Y el ondeo de los campos sementados (3) ;

Amo la troica (4) valiente

Con el silbo de los trineos corriendo

Los arreos a maravilla forjados

Y el arco dorado;

Amo la tierra de los inviernos largos,

Mas donde la primavera es tan animada,

donde se llevan a la sirga (5) los barcos

aguas abajo por el Volga madre (6) ;

Y todo lo que has descrito ,

quiero y valoro, mi amigo:

tus aspiraciones civiles ,

y de tu habla el sonido reflexivo.

 

Mas todo lo que es puro y decente,

y en la tierra se formó armoniosamente ,

¿ acaso ese es para el hombre en la angustia de la Creación

el objetivo terminante

y el extremo de su alta vocación?

 

No, ¡ en todo el susurro de la planta

y de la hoja en todos los temblores

se oyen ótros sentidos y valores,

y ótra belleza se presiente!

En estos oigo un lenguaje diferente

y, siendo un mortal viviente,

observo con amor la tierra,

pero mi alma clama más allá de ella;

y lo que siempre hechizándola atrae

y llama a lo lejos sin cesar,

jamás conseguiré contarte

en un lenguaje regular.

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1) Propendida, inclinada.

2) Palabra rusa, significa un carro de cuatro ruedas usado en Rusia para transportar mercancías.

3) Sembrados.

4) Tiro de tres caballos.

5) Se dice de la embarcación que navega, tirada de una cuerda o sirga desde la orilla.

6) En ruso río es de género femenino.

De este último párrafo se ve que, según el poeta, e l objetivo más importante de la vida del ser humano está en el descubrimiento de Dios, ya que sin conocer al Creador no se puede saber las normas esenciales de la vida humana. En cuanto a la patria terrenal, es evidente que a ella le correspondía el segundo mandamiento de Cristo:

"El segundo es semejante a éste:

Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

En estos dos mandamientos

está cifrada toda la ley y los profetas" .

(Mat 22 , 37-40)

Eso significa que la amaba, y no menos que sus amigos, incluso, quizás más, porque más amaba a Dios, que es el Padre de todos.

Descubrir el sentido de estos dos mandamientos de Cristo significaría descubrir a Dios. Y porque el descubrimiento de Dios no se realiza materialmente, sino espiritualmente, según la profunda creencia de A.K. Tolstoy, toda la actividad humana, y especialmente la artística, debe dedicarse exclusivamente a la revelación de la Gloria Divina.

Para ver que es así, analicemos su poesía de “arte puro” desde el punto de vista teológico, ya que sólo de éste modo se puede abarcar su verdadero sentido. Como ya fue dicho, sin ser precisamente religiosa por su forma y contenido, la poesía de A.K.Tolstoy, sin embargo, refleja todo un sistema teológico al que el seguía tan naturalmente, como si sus verdades hubieran sido escritas sobre su corazón conforme con las palabras de la Santa Escritura :

"… Pondré mi Ley en su interior

y sobre sus corazones la escribiré, y

yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo..."

(Hebr 10, 14-17)

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